Sucedido en el año de 2012 |
Cuando era niño mis papás siempre hablaban sobre las brujas, las también conocidas como nanítas, todos el tiempo ignoraba que estas historia fueran reales hasta que lo viví por mi mismo.
Una madrugada de Domingo aproximadamente como a la 1 de la madrugada yo y mis dos hermanos jugábamos con un xbox, mi hermano el mayor salió al patio hacia su cuarto por más juegos, pero momentos después nos habló para que saliéramos a ver lo que se encontraba sobre el árbol, mi otro hermano salío con una linterna de mano para ver lo que había en el árbol, al iluminar el árbol en la parte cerca de la copa se veía un objeto oscuro colgado del árbol, minutos después salió mi papá para ver que hacíamos, al ver lo que sucedía entro a los cuartos por un reflector para alumbrar mejor el árbol, pero nos sorprendió al ver lo que era, sobre el árbol estaba un rebozo (prenda que utilizan las mujeres para cubrirse de el frío, similar a una bufanda, "mayormente usado por las mujeres mayores de edad, en provincias"), mi hermano mayor subió a una escalera a bajar la prenda, intrigados le hablamos a mi tía ella es la mayor del hogar para preguntarle sí no era de ella, al salir vio el rebozo y dijo que no tenía ninguno de ese color, lo colocamos en el tronco del árbol, días después vijilamos el árbol sí el dueño de dicha prenda regresaba, pero no fue así, aquella prenda duró cerca de un mes, hasta otra madrugada de domingo esta vez como a las 2 de la mañana, yo y mi hermano salimos a ver que la puerta principal de la casa se encontrara cerada, pero en el atrio de nuestra capilla (La misma capilla del relato "Dentro de la capilla"), estaba tirado el mismo rebozo que habíamos dejado junto al árbol, fuimos a despertar a mi papá, para preguntarle que haríamos con el rebozo, mi papá lo tomó con una vara y lo quemó, su olor era parecido como al de las plumas al ser quemadas.
Nunca volvimos a ver otra prenda en nuestros árboles, pero en el lugar donde se encontró el rebozo, fue secándose poco a poco, hoy en día no hemos tenido el mismo suceso, lo único que en ocasiones se escucha en aquel árbol que aún sigue en pie, es una especie de aleteo y el sonido de un canto de una ave, pero este canto se escucha como sí una persona lo imitara, puesto que yo mismo lo e escuchado.