Sucedido en el año de 2006 |
A pesar de vivir la misteriosa desaparición de uno de mis peluches favoritos (Relatado en "El juguete preferido"), está no fue la única pérdida de un juguete que tuve durante mi niñez.
Una tarde mientras yo y mi familia salimos en una semana santa, mi mamá se encontró un juguete de un soldado el cual no pudimos encontrar el dueño y terminó por obsequiarmelo.
Una mañana de Domingo mientras mi papá, mi tío y mis hermanos mayores se encontraban recogiendo el patio trasero de la casa, me dispuse a jugar con el juguete, a la sombra del árbol de nuestra vecina, fuimos a almorzar y olvidé mi juguete, al terminar de limpiar el patio trasero de la casa no recordaba que mi juguete lo había olvidado cerca del lindero de la vecina, lo cual no me preocupó porque ella no tenía hijos y realmente no creía que le interesara; Al buscar a mi juguete no pude encontrarlo por ningún lugar de la casa, está vez los busqué por días y no tuve éxito, hasta una tarde mientras mi hermana menor y yo buscábamos juguetes en el cuarto cerca del comedor (El mismo cuarto de los relatos "La Visita y La mujer sentada cerca del comedor") hallé a mi juguete muy sucio debajo de una caja, la cual tenía años que nadie movía.
Esto me pareció extraño como lo e dicho en los relatos anteriores, en aquel cuarto casi nadie entra en el, y mucho menos cuando mis hermanos y yo éramos niños, realmente nunca sabré por que encontré a mi juguete en ese lugar sí nadie entraba en el, y por que también algunos juguetes de mis hermanos también se perdieron, pero desgraciadamente nunca volvimos a encontrarlos.
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